Las tecnologías digitales y la pandemia de COVID-19

Las tecnologías digitales y la pandemia de COVID-19

La quinta sesión de Aprendizaje en vivo fue nuevamente  nuevamente auspiciada por CGLU, Metrópolis y ONU-Hábitat el 15 de abril. La serie, que comenzó a finales de marzo, y ha reunido a más de 1.000 participantes de gobiernos locales y regionales, de las Naciones Unidas y de la sociedad civil y el sector privado. Ciudades de todo el mundo han compartido sus experiencias, iniciativas y acciones en respuesta a la pandemia. Asimismo compartieron sus opiniones desde la primera línea sobre la forma en que las ciudades pueden transformarse más allá del brote.

En la sesión de aprendizaje en vivo sobre tecnologías digitales se destacó el papel de las nuevas tecnologías durante la pandemia y después del brote.

Mousa Hadid, alcalde de Ramallah, las tenientes de alcalde de Barcelona, Laia Bonet, y de Milán, Roberta Cocco, así como representantes de Bogotá, Nueva York, Ámsterdam y Xi'an Bogotá, Nueva York, Ámsterdam y Xi'an, junto con socios de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Iniciativa Mundial para la Inclusión de las TIC (C3ICT), y la Jefa de la Asociación de Gobierno Abierto Local participaron en esta sesión, presentada por Emilia Saiz, Secretaria General de CGLU, Maimunah Mohd Sharif, Directora Ejecutiva de ONU-Hábitat, y Anna Lisa Boni, Secretaria General de Eurocities.

Maimunah Sharif, Directora Ejecutiva de ONU-Hábitat, expresó su preocupación con respecto a la brecha digital y a la forma en que las ciudades y regiones pueden contribuir a garantizar que la digitalización no deje a nadie ni a ningún lugar atrás. En cuanto al principio de Human Rights First, también en línea, elogió a la Coalición de Ciudades por los Derechos Digitales por su labor de promoción del acceso universal a la tecnología, la seguridad de los datos, la transparencia y la no discriminación.

"La mitad de la población mundial está conectada a Internet, la otra mitad no lo está", expresó al respecto. "Las desigualdades existentes en los países desarrollados y en desarrollo se agravarán aún más. Las ciudades pueden hacer mucho para garantizar que la revolución digital no deje atrás a nadie ni a ningún lugar".

La Directora Ejecutiva de ONU-Hábitat también resaltó que ha llegado el momento de considerar el resultado de COVID-19 como "la nueva normalidad", y que el confinamiento abre oportunidades para la introducción de nuevas tecnologías y para formas alternativas de trabajo.

Anna Lisa Boni, Secretaria General de Eurocities, subrayó cómo la pandemia estaba mostrando nuevas formas de trabajo que hasta ahora no se habían aplicado a esta escala, y advirtió que la tecnología no es una solución para todo: "Tenemos que encontrar un equilibrio. Tenemos que asegurarnos de que en el futuro procuremos que las tecnologías no violen los derechos de las personas".

La primera parte de la sesión, que fue moderada por Francesca Bria, se centró en exponer las medidas digitales adoptadas por los gobiernos municipales de todo el mundo y la forma en que las comunidades pueden configurar la tecnología en medio del brote. Presidenta del Fondo Italiano para la Innovación y Asesora de ONU-Hábitat sobre Ciudades Inteligentes- Centradas en las Personas. La segunda parte, facilitada por CGLU, puso de relieve el uso de la tecnología en la práctica y cómo la pandemia estaba afectando a nuestra vida cotidiana.

Laia Bonet, teniente de alcalde de Barcelona, expuso los esfuerzos de la ciudad por reducir la brecha digital, una de las claves del esfuerzo más amplio de la ciudad por garantizar los servicios públicos universales, y cómo Barcelona había incorporado el sector privado.

"Hemos sido testigos del hecho de que las tecnologías digitales delinean las desigualdades sociales. Lo que estamos aprendiendo es importante: si esas desigualdades pueden abordarse en un contexto de crisis, también pueden abordarse después del brote. Deberíamos abordar la digitalización como una cuestión de derechos humanos".

La privacidad fue una de las cuestiones clave, con Barcelona centrada en la gestión de datos tras la pandemia, y Roberta Cocco, teniente de alcalde de Milán, centrándose en cómo la ciudad debería apoyar a la ciudadanía a través de la tecnología, pero no si esto suponía un riesgo para los derechos. El concepto de vida inteligente más allá de la implantación del teletrabajo también fue traído a colación por Cocco, demostrando que se ha puesto en marcha una transformación digital definitiva.

"Ponemos a los ciudadanos en el centro de nuestro plan de acción. Las tecnologías digitales han sido la columna vertebral de nuestra respuesta, desempeñando un papel fundamental desde la prestación de servicios públicos, hasta asegurar las necesidades básicas de los más necesitados. Ahora estamos trabajando en las herramientas y en una sólida estrategia de inclusión digital que servirá para la reapertura de nuestras ciudades para asegurarnos de que nadie se quede atrás".

La ciudad de Ámsterdam se opuso al concepto de "tecno-solucionismo", y a la idea de que la tecnología, en sí misma, es suficiente para combatir la pandemia. Se destacó además que es fundamental evitar las falsas dicotomías entre la seguridad y la privacidad, asegurando que el uso y la propiedad de los datos se hagan teniendo en cuenta el interés público. Este sentimiento también fue compartido por Scott Campbell, representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien sostuvo que, si bien la tecnología es un elemento habilitador, corresponde a los gobiernos a todos los niveles utilizar la tecnología de manera que pueda proteger los derechos humanos. Ámsterdam pidió una respuesta de todos los gobiernos a la digitalización, lo que también resonó en la Open Government Partnership, que pidió un enfoque de múltiples interesados para abordar la digitalización y, en particular, para garantizar que los datos a los que acceden las empresas y los gobiernos no interfieran con los derechos de las personas.

Un aspecto importante al abordar la brecha digital es la forma en que afecta a las personas con discapacidades, y el G3ICT afirmó que la recuperación después del brote debe ser más accesible a medida que avanzamos hacia la era digital.

Mousa Hadid, alcalde de Ramallah, sostuvo que los gobiernos locales y regionales tienen la responsabilidad ante sus ciudadanos de garantizar la seguridad, y declaró que Ramallah ha trabajado para asegurar una respuesta desde el primer día y ya está pensando en cómo se podría utilizar la tecnología en la recuperación

"Estamos viendo el compromiso de la gente en la ciudad a través de la tecnología, y es importante pensar en las repercusiones, el día después de que la crisis termine, tenemos que pensar en los aspectos psicológicos, cómo podemos utilizar la tecnología para servir a las comunidades en ese momento."

Dubai compartió su experiencia en la implementación del trabajo desde casa, y cómo más de 70.000 empleados públicos pudieron hacerlo después de un simulacro realizado antes de la crisis. La ciudad de Bogotá destacó la educación digital como piedra angular de su trabajo, y sostuvo que esto ha puesto de manifiesto algunas de las desigualdades subyacentes -digitales y económicas- a las que se enfrentan los estudiantes, y pidió una mayor alianza para garantizar que la tecnología llegue a todos y todas los y las que la necesitan.

John Farmer, Jefe de Tecnología de la Ciudad de Nueva York, destacó que la brecha digital era tanto una cuestión de derechos humanos como de salud pública.  La ciudad está trabajando para acelerar la entrega del #InternetMasterPlan para salvar la brecha digital también en las zonas urbanas, llevando la banda ancha universal y proporcionando acceso universal a Internet en la ciudad.

"La gente habla de la brecha digital como rural vs. urbana, pero también afecta a los habitantes urbanos, y esto se puede ver de un barrio a otro. Hay trabajo que necesita hacerse para arreglar esto. Traigamos a los Jefes de Tecnología como agentes de cambio en el cuadro."

La ciudad de Xi'an, que se encuentra ahora en la fase de reconstrucción, también hizo hincapié en sus esfuerzos por garantizar la educación en línea a los estudiantes de todas las edades desde el comienzo del brote. Presentó además su iniciativa de crear una Gran Oficina de Datos para contribuir con información de apoyo a las medidas sanitarias, como la localización de personas con síntomas.

Emilia Saiz, Secretaria General de CGLU, cerró la sesión recordando la relevancia de los principios clave que guían el trabajo de las ciudades por los derechos digitales para hacer frente a la pandemia mundial. Para la secretaria, la infraestructura técnica y humana para una ciudadanía inteligente es posible gracias a la tecnología, pero es necesario mejorar el papel de los gobiernos locales y regionales en la recopilación y protección de los datos de su ciudadanía.  También se refirió a la consideración del acceso a Internet como un servicio básico, afirmando que "es fundamental garantizar la prestación del servicio para asegurar la accesibilidad, y ello supone la participación de todos los agentes, incluso del sector privado". Tenemos que definir el acceso a la información como crítico, y las ciudades tendrán que liderar el camino en la defensa de los derechos digitales". Nuestro papel, como redes de gobiernos locales, será el de fomentar y elaborar estrategias para garantizar que esto suceda".

Se invitó a las ciudades a subir sus experiencias a la plataforma http://www.citiesforglobalhealth.orgdonde se pueden encontrar más de 200 casos.

Los ejercicios de aprendizaje en vivo continuarán a lo largo del mes, los miércoles y jueves durante la crisis. Migración, cultura, desarrollo económico local y finanzas locales serán algunos de los temas que se tratarán mientras las ciudades de todo el mundo estudian cómo superar los desafíos con una nueva generación de soluciones.

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