Construyendo resiliencia en ciudades periféricas, Santa Ana lidera el camino

Identificando tensiones, choques y desafíos para una mejor gobernanza urbana

La asociación nacional de gobiernos locales de Costa Rica (UNGL) es líder en la construcción de resiliencia y la reducción del riesgo de desastres. Para fortalecer sus esfuerzos, la asociación esta colaborando con la red global más grande de gobiernos locales, Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), y ONU-Hábitat para implementar un proyecto piloto en la ciudad de Santa Ana.

Bajo el liderazgo de la vice-alcalde de Santa Ana, Laura Carmiol, la municipalidad se ha comprometido a desarrollar un perfil de resiliencia de la ciudad en base a la metodología de resiliencia de UN-Hábitat, el Programa de Perfiles de Ciudades Resilientes.  La aplicación de las herramientas de este programa ayudará a establecer una visión general de resiliencia en toda la ciudad y una serie de acciones practicas y prioritarias a través de un proceso de colección de información, consultas con las partes interesadas y análisis. Esteban Leon (director del Programa de Ciudades Resilientes de ONU-Habitat) afirma que, “todos los socios están convencidos de que el proyecto en Santa Ana servirá como un programa piloto para desarrollar en otras ciudades periféricas e intermedias.“

Este proyecto es parte de una colaboración estratégica entre CGLU y ONU-Hábitat para asistir a los municipios a incrementar su resiliencia a través de herramientas de aprendizaje y actividades de sensibilización. Así, las dos organizaciones están contribuyendo a la localización del Marco de Sendai y la Agenda 2030 en los territorios.

Una primera visita técnica por parte de personal de ONU-Hábitat y CGLU tuvo lugar entre el 15 y el 20 de Septiembre. Cristian Decormis, experto en resiliencia de ONU-Habitat y Raphael Sedlitzky del equipo de aprendizaje de CGLU visitaron Santa Ana para trabajar con oficiales del municipio y otros socios en la recolección de información base. Todos los aportes obtenidos ayudarán a construir el perfil de resiliencia del municipio en un proceso ligado con el apoyo que ONU-Hábitat le da a ciudades como Asunción y Maputo. Durante la semana también se llevaron a cabo visitas a terreno para ver de primera mano las áreas del municipio donde son más visibles los choques y tensiones. En una reunión final, los próximos pasos y prioridades para el análisis de resiliencia en la ciudad fueron establecidos de manera participativa.

Esta innovadora colaboración entre una red de gobiernos locales, una asociación nacional de municipalidades y ONU-Hábitat, será presentada, junto con los resultados obtenidos, durante el próximo Foro de Aprendizaje de CGLU, en el marco del Congreso Mundial de CGLU en Durban.